martes, 9 de febrero de 2010

Infección de vías urinarias en pediatria

Infección de vías urinarias en pediatria

INTRODUCCIÓN

El tracto urinario es estéril en condiciones normales. Si hacemos salvedad del período neonatal, la mayoría de las infecciones bacterianas ocurren vía ascendente tras la colonización por gérmenes intestinales del epitelio periuretral, uretral y vesical (cistitis), pudiendo alcanzar desde el uréter

el tejido renal (pielonefritis aguda, PA). La infección inicial puede producir una pérdida de parénquima renal funcionante (nefropatía por reflujo, NR), diseminación sanguínea (septicemia de origen urinario) y

su extensión hacia tejidos perirrenales. Alargo plazo, la ITU puede abocar a la instauración de fracaso renal terminal (FRT) y/o de hipertensión arterial (HTA). Escherichia coli es el patógeno aislado con mayor frecuencia como causante de ITU en niños, seguido de Enterococcus faecalis, Pseudomonas aeruginosa y Proteus mirabilis.

E. coli es también el germen que con más frecuencia origina bacteriemia, siendo en algunas series el único presente en los hemocultivos después período neonatal. La búsqueda activa de bacteriuria en los niños con fiebre, una actitud terapéutica decidida y un estrecho seguimiento tras un cuadro confirmado de PA disminuyen la posibilidad de complicaciones en los niños con una infección de orina. Por tanto, establecer de forma fiable y segura el diagnóstico de ITU es la cuestión de partida fundamental para

cualquier plan terapéutico y seguimiento posterior, teniendo en cuenta tanto el riesgo de infradiagnosticar las ITU –con la repercusión que en forma de secuelas puede tener en la vida futura del niño- como el de supervalorar su presencia –con la carga que para el niño, su familia y el sistema sanitario pueden suponer unos estudios y un seguimiento innecesarios.

INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO (ITU)

Es la invasión, colonización, y multiplicación de gérmenes en el tracto urinario, parénquima renal o vejiga, demostrada por manifestaciones clínicas sugestivas y/o exámenes de laboratorio.

PREVALENCIA Y ETIOLOGIA

Las infecciones del tracto urinario (ITU) se producen del 3-5% de las niñas y en el 1% en los niños. En las niñas la primera infección suele producirse hacia los 5 años de edad con una mayor frecuencia en la época del lactante y durante el aprendizaje del control de esfínteres. Tras la primera ITU, el 60-80% de las niñas presentara una segunda ITU en los 18 meses siguientes.

En los niños varones, la mayoría de ITU se produce durante el primer año de vida, y son mucho mas frecuentes en niños no circuncidados. La prevalencia de las ITU varia con la edad, durante el primer año de vida la relación niño: niña es de 2.8-5, 4:1. Por encima de uno o dos años hay una clara preponderancia femenina con una relación niño: niña 1:10.

Las ITU están causadas principalmente por bacterias colonicas. En las niña, el 75-90% de todas las infecciones están causadas por E. colí, seguido de klebsiella y proteus. Algunas series señalan que algunos niños mayores de 1 año, Proteus es tan frecuente como E. Coli; otras indican predominio de microorganismos Gram positivos (+), Staphylococcus Saprophyticus y los enterococos actúan como patógenos en ambos sexos, también pueden producirse infecciones víricas, particularmente por adenovirus como causa de cistitis-

Las ITU se han considerado como un factor de riesgo importante en la aparición de insuficiencia renal o una enfermedad renal terminal. Algunos investigadores han cuestionado la importancia de las ITU como factor de riesgo, puesto que solo el 2% de los niños con insuficiencia renal tienen antecedentes de ITU. Esta paradoja probablemente se deba a una mayor atención a los riesgos de las ITU y a su diagnostico y tratamiento precoces.

Acontinuacion se presenta un cuadro resumen de los diferentes agentes etiológicos que pueden causar una ITU

ETIOLOGÍA

Entre los microorganismos capaces de producir IVU están:

Bacterias G -

Bacterias G+

Otros

E. Coli

Klebsiella Pneumoniae

Proteus Mirabilis

Enterobacter Aerógenes

Pseudomona Aeruginosa

Serratia Marcescens

Haemophilus Influenza

Gardnerella Vaginalis

Salmonella sp.

Staphylococcus Epidermidis

Enterococcus sp.

Staphylococcus Aureus

Staphylococcus Saprophyticus

Streptococcus Pneumoniae

Adenovirus Tipo 11 y 21

Virus BK

Candida Albicans

Micoplasma Hominis

Ureaplasma Urealyticum

Mycobacterium Tuberculosis

CLASIFICACIÓN

Las ITU pueden clasificarse de acuerdo a el lugar anatomico en donde se encuentran y además desde el punto de vista práctico la infección de vías urinarias en niños puede ser clasificada en:

1. Primera infección: Cuando se presenta un primer episodio. En lactantes y niños la primera infección es considerada complicada por la alta prevalencia de

Anormalidades del tracto urinario asociadas a IVU y que predisponen a daño renal.

2. Infección recurrente. Se puede dividir en:

a) Infección (bacteriuria) no resuelta: Generalmente asociada a tratamiento

inapropiado, más frecuentemente secundario a resistencia antimicrobiana al

antibiótico usado.

b) Recaída: Ocurre luego de tener la orina estéril demostrada por urocultivo negativo. Se re-infecta por el mismo germen inicial. Se presenta más frecuentemente cuando existen anormalidades de base en el tracto urinario.

c) Reinfecciones: Se producen por gérmenes diferentes al inicial. Es secundario a ruta fecal–perineal–uretral en niñas y colonización periuretral en niños

MANIFESTACIONES CLINICAS Y OTRAS CLASIFICAIONES:

ü Altas (pielonefritis) o bajas(cistitis y uretritis)

ü Sintomáticas o asintomáticas(Presente en el 60% de los casos, mas frecuente en mayores de 5 años, es crónica, detectada por EGO 50% refiere manifestaciones clínicas)

ü Complicadas y no complicadas.

Las infecciones urinarias afectan en primer lugar las vías urinarias bajas, es decir, uretra y vejiga. Si no son diagnosticadas y tratadas con antibióticos adecuados a tiempo, pueden progresar afectando las vías urinarias altas (uréteres y riñones) lo que conduce a cicatrices y daño renal significativo (Pielonefritis)

Existen 3 formas básicas de las ITU: Pielonefritis, cistitis y bacteriuria asintomática.

La infección urinaria alta

Se localiza por encima de la unión ureterovesical (uréteres, pelvis renal, cálices y parénquima renal). Esta es la infección urinaria a la cual nos referiremos por ser la que produce alteraciones de la función y del parénquima renal, las cuales pueden llegar incluso, ser permanentes. La importancia de su diagnóstico precoz radica, por una parte en la instauración temprana del tratamiento antimicrobiano y por otra en la posibilidad de evidenciar la existencia de factores predisponentes que ameriten de corrección quirúrgica o de tratamiento médico prolongado.

La Pielonefritis clínica se caracteriza por alguno de los siguientes síntomas o por todos ellos: Dolor abdominal o en fosa lumbar, fiebre, malestar, nauseas, vómitos y en ocasiones, diarrea, Los recién nacidos pueden mostrar síntomas inespecíficos, como rechazo parcial del alimento, irritabilidad y perdida de peso. La pielonefritis es la infección bacteriana grave mas frecuente en los lactantes menores de 24 meses que presentan fiebre sin foco claro. Estos síntomas son indicativos de infección bacteriana de las vías urinarias altas. Este trastorno se denomina PIELONEFRITIS AGUDA cuando hay afectación del parénquima renal, y puede haber pielitis en caso contrario. La píelo nefritis aguda puede dar lugar a lesiones renales, denominadas cicatrices pielonefriticas.

La pielonefritis crónica se caracteriza por alguna o todas las manifestaciones siguientes: dolor abdominal o en el flanco, fiebre, mal estado general, náuseas, vómitos, ictericia en los recién nacidos y, a veces, diarrea. Algunos recién nacidos y lactantes pueden presentar síntomas inespecíficos como rechazo de alimento, irritabilidad y pérdida de peso. Esos síntomas constituyen una indicación de afectación bacteriana de la vía urinaria alta.

La Nefronia Lobar Aguda (Nefritis lobar aguda) es una infección bacteriana renal localizada que afecta a más de un lóbulo. Puede tratarse de una complicación de una pielonefritis o bien ser un estadio precoz del desarrollo de un absceso renal. Las manifestaciones clínicas son las mismas que las de una pielonefritis. Este proceso puede mostrarse mediante pruebas de imagen renal.

El absceso renal. Puede ser secundario a una pielonefritis o a una bacteriemia primaria (S. Aureus).

Los abscesos Herrenales pueden ser secundarios a una infección contigua al área renal (por ejemplo una osteomielitis vertebral o un absceso del psoas) o una pielonefritis que se extienda a la capsula renal.

La pielonefritis Xantogranulomatosa: Es un tipo raro de infección renal caracterizada por inflamación granulomatosa con células ginantes e histiocitos espumosos. Puede manifestarse clínicamente como una masa renalo una infección aguda o crónica. Los cálculos renales, la obstruccion y la infección por Proteus o E. Coli contribuyen al desarrollo de la lesión, que suele requerir una nefrectomía parcial o total.

La infección urinaria baja

Se localiza por debajo de la unión ureterovesical, afectando fundamentalmente a la vejiga (cistitis) y la uretra (uretritis). La cistitis se caracteriza clínicamente por disuria, polaquiuria, dolor en hipogastrio y en ocasiones, hematuria. Esta puede llegar a ser macroscópica y generalmente se presenta al final de la micción. Es importante señalar que, a pesar de la molestia producida por los síntomas antes señalados, el estado general es excelente, no hay fiebre y no se producen alteraciones de la función renal. La cistitis muchas veces es de origen viral (adenovirus), es auto limitada y cede en pocos días con medidas generales: aumentar la ingesta de líquidos, antiespasmódicos y anti-inflamatorios.

En la cistitis existe una afectación de la vejiga urinaria, y se caracteriza por los siguiente síntomas: Disuria, urgencia miccional, polaaquiria, dolor supra púbico, incontinencia, y mal olor en la orina. La cistitis no causa fiebre ni da lugar a lesión renal. Sin embargo el mal olor de la orina no es un signo especifico de la ITU.

BACTERIURIA ASINTOMATICA.

El termino bacteriuria asintomática hace referencia a aquellas situaciones en las que existe un urocultivo positivo sin manifestaciones de infección. El proceso es mas frecuente en las niñas. La incidencia es del 1-2% en las niñas en edad preescolar y escolar y del 0.03% en los niños.

Dicha incidencia disminuye con la edad. Es un trastorno benignos que no causa lesión renal, excepto en las embarazadas en las que si no se trata, puede dar lugar a una ITU sintomática. Algunas niñas son diagnosticadas erróneamente de bacteriuria asintomática, cuando en realidad presentan síntomas como incontinencia urinaria diurna o nocturna, o molestias perineales.

PATOGENIA

Dentro de la etiopatogenia de la IVU es necesario distinguir factores bacterianos y del huésped.

Factores bacterianos:

Los gérmenes más frecuentemente encontrados son bacilos entéricos gramnegativos, principalmente Escherichia coli en más del 80% de los casos. En pacientes con alteraciones del aparato urinario, sondaje vesical ú otro tipo de instrumentación urológica o tratamiento antimicrobiano, aumenta la frecuencia de bacterias diferentes, como Proteus, Klebsiella, aerobacter, Enterococcus y Pseudomonas aeruginosa. También se pueden encontrar,

ocasionalmente, cocos grampositivos, como Staphylococcus aureus y epidermidis.

De las 150 cepas de E. coli, diez de ellas son responsables de la mayoría de las IVU. Esta situación está relacionada con la presencia de factores bacterianos virulentos, como la alfa hemolisina (proteína citolítica que lesiona la membrana celular), sideróforos (proteína quelante de hierro que prolonga la vida de la bacteria), y polisacáridos capsulares (que disminuyen la activación del complemento). La presencia de fimbrias en las bacterias, que favorecen su adherencia al urotelio, también es un factor de virulencia importante: El 91%

de las cepas de E. coli que producen pielonefritis tienen fimbrias, contra 19% en las que producen cistitis, 14% en las obtenidas en bacteriuria asintomática y el 7% en las cepas fecales en controles.

Factores del huésped:

Las bacterias pueden acceder al tracto urinario a través de cuatro vías:

1. Vía ascendente, desde la uretra y la vejiga a los riñones, la más común.

2. Hematógena: En pacientes inmunocomprometidos ó en neonatos.

3. Linfática, desde el recto, colon y linfáticos periuterinos, difícil de comprobar.

4. Directa, a través de fístulas rectovaginales ó a cualquier parte del tracto urinario.

Los factores del huésped que están implicados en la presencia de bacteriuria se pueden resumir en:

1. Edad: Los neonatos tienen mayor predisposición a IVU por la inmadurez de su sistema inmunológico. Además existe una elevada colonización periuretral en el primer año de vida.

2. Colonización fecal, periuretral y prepucial: La importancia de la colonización fecal no se puede hacer a un lado ya que el mecanismo de infección ascendente es el más frecuente. El uso indiscriminado de antibióticos de cualquier tipo favorece la proliferación de cepas virulentas y multirresistentes. Este hecho podría tener que ver con la disminución de la prevalencia de IVU en niños circuncidados con respecto a los no circuncidados.

3. Género: Posiblemente por factores anatómicos inherentes a la mayor accesibilidad de la vejiga a los gérmenes en las niñas que en los niños por tener la uretra más corta.

4. Genéticos: Con mayor frecuencia los niños con IVU recurrentes tienen en su epitelio urinario receptores, glucolípidos antígenos del grupo sanguíneo P, que facilitan la adhesión de las fimbrias o pili de E. coli.

5. Anormalidades genitourinarias: Las ITU en los niños requieren especial atención, ya que indican frecuentemente anormalidades anatómicas del tracto urinario. Estas alteraciones deben ser identificadas tempranamente, ya que si no son corregidas a tiempo pueden llevar a secuelas como cicatrices renales, pérdida de parénquima renal, hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica. Es por esta razón que se recomienda el estudio imagenológico en todos los pacientes que se presenten con ITU.

6. Reflujo vesicoureteral (RVU): Se define como el flujo retrógrado anormal de la vejiga al tracto urinario superior a través de una unión ureterovesical incompetente. Cuando se asocia a IVU recurrente, es la causa más común de cicatrices renales en niños. En niños sin historia de IVU la prevalencia se ha calculado en menos del 1%, pero si existe IVU sintomática, la incidencia aumenta a un 8 a 40%. Aunque en la mayoría de los casos se presenta como una entidad aislada y primaria, puede estar asociado a otras anomalías genitourinarias: vejiga neurogénica (mielomeningocele, lesión de la médula espinal), obstrucción (disfunción vesical, valvas ureterales posteriores, ureteroceles ectópicos, duplicación del sistema colector, síndrome de Prune belly, extrofia vesical).

7. Vejiga neurogénica: Tienen alto riesgo de deterioro de la función renal con IVU debido a aumento de la presión en el tracto urinario, vaciamiento vesical incompleto y manipulaciones frecuentes.

8. Síndrome de eliminación disfuncional (SED): Se llaman así a las manifestaciones de disfunción vesical sin alteración neurológica ni anatómica. Puede influenciar la severidad y la frecuencia de IVU. Incluye problemas como inestabilidad vesical, micción infrecuente, urgencia urinaria ó enuresis secundaria. Se puede acompañar de estreñimiento ó encopresis.

ETIOPATOGENIA Y ANATOMIA PATOLOGIACA

Casi todas las ITU son infecciones ascendentes. Las bacterias proceden de la flora fecal, colonizan el perineo y penetran en la vejiga por vía uretra. En los niños no circuncidados, las bacterias proceden de la flora existente por debajo del prepucio. En algunos casos las bacterias, causantes de la cistitis ascienden hasta el riñón y causan una píelo nefritis. En casos raros, la infección renal puede producirse por diseminación hematogena, como en la endocarditis o en algunos recién nacidos.

Si las bacterias ascienden de la vejiga hacia el riñón puede producirse una pielonefritis. Normalmente las papilas renales simples y compuestas presentan un mecanismo antirreflujo que evita el flujo de la orina desde la pelvis renal hasta los túbulos colectores. Sin embargo algunas papilas compuestas, típicamente ubicadas en los polis superior e inferior del riñón, permiten el reflujo intrarrenal. Entonces, la orina infectada estimula una respuesta inmunológica e inflamatoria que puede dar lugar a una lesión renal y cicatrices.

Los niños de cualquier edad con una ITU febril pueden presentar una pielonefritis que posteriormente puede dar lugar a la formación de cicatrices renales.

Los factores del huésped que incrementan el riesgo de la ITU se relacionan a:

FACTORES DE RIESGO DE INFECCION DE TRACTO URINARIO

Sexo Femenino

Varón NO circuncidado

Reflujo Vesicoureteral

Aprendizaje de control de esfínteres

Disfunción miccional

Uropatia Obstructiva

Limpieza de atrás adelante en las niñas

Ropa apretada (Ropa Interior)

Infestación por oxiuros

Estreñimiento

Anomalías anatómicas (adherencia de labios menores)

Vejiga Neurogena

Actividad sexual

Embarazo

En las niñas la ITU suelen aparecer al iniciarse el aprendizaje de control de esfínteres como consecuencia de la disfunción miccional que s eproduce a esa edad. El niño trata de retener la orina para mantenerse seco, pero pueden presentarse contracciones vesicales no inhibidas que impulsan la salida de orina turbulento o vaciado vesical incompleto, con lo que aumenta la probabilidad de bacteriuria. La disfunción miccional puede aparecer en el niño que controla esfínteres pero orina con poca frecuencia.

CUADRO CLINICO:

La sintomatología varía con la edad.

En el recién nacido

Se presenta con síntomas inespecíficos, baja ganancia de peso, temperatura baja o con leve aumento, astenia, adinamia, hiporexia, color grisáceo o ictericia. Cuando hay malformación congénita del tracto urinario se presenta complicada con sepsis o meningitis.

En la lactante menor

Se sucede un estado febril prolongado con cualquiera de los signos del recién nacido y diarrea.

Preescolares y escolares

En estas edades ya aparecen los signos clásicos de infección urinaria y la infección se manifiesta generalmente en forma localizada. Los más frecuentes son los siguientes:

Fiebre, Detención de la curva pondo estatural , Disuria, Polaquiuria, Urgencia miccional, Incontinencia o retención urinaria ,Enuresis primaria o secundaria ,Dolor abdominal (hipogastrio, flancos, regiones lumbares).

A pesar de que la disuria y la polaquiuria son los síntomas más frecuentes, es necesario tener presente que esta sintomatología puede ser producida también por procesos inflamatorios localizados en genitales externos, tales como vulvovaginitis, balanitis, uretritis.

La presencia de fiebre alta y dolor en flanco o en región lumbar, continúan siendo los signos clásicos que sugieren la existencia de infección urinaria alta, ya que las pruebas de localización que se utilizan en adultos no han tenido resultados similares en la población pediátrica.

Se habla de infección urinaria no complicada cuando presenta síntomas relacionados a compromiso vesical y responde en forma rápida al tratamiento, mientras que en la infección urinaria complicada las manifestaciones de compromiso renal son evidentes y algunas de ellas posibles de corrección quirúrgica.

En los mayores hay fiebre de 38,5 grados, disuria, aumento de la frecuencia urinaria, puede acompañarse con vulvitis, vaginitis, uretritis, balanitis, e incontinencia urinaria diurna o nocturna.

Síntomas de pielonefritis

Se encuentra fiebre mayor de 38,5 grados, compromiso del estado general, dolor abdominal y lumbar, leucocitos mayor de 15.000, VSG elevada mayor de 20, proteína C reactiva mayor de 20 mg/lt, leucocitiuria y bacteriuria y disminución en la concentración urinaria.

Otras manifestaciones que se pueden encontrar son hipertensión arterial y hematuria macroscópica en el 26%

Es importante definir ciertos términos que están involucrados en el manejo de la infección urinaria:

Ø Bacteriuria. Presencia de bacterias que están por infección o contaminación.

Ø Bacteriuria significativa. Presencia de más de 100.000 colonias de germen uropatógeno por micción espontánea, de cualquier crecimiento bacteriano por punción suprapúbica, o de 10.000 a 50.000 colonias por sonda vesical

Ø Bacteriuria recurrente. Reaparición de bacteriurua significativa posterior a cultivo estéril.

Ø Infección urinaria recurrente. Episodios repetidos sintomáticos de infección.

Ø Reinfección. Infección con gérmenes diferentes después de dos semanas de tratamiento inicial.

Ø Recaída. Persistencia del mismo organismos a pesar de tratamiento antibacteriano adecuado

DIAGNOSTICO

El urocultivo es imprescindible para el diagnostico.

En la interpretación del urocultivo suele ser indispensable descartar los resultados falsos positivos y falsos negativos par lograr en diagnóstico acertado. Resultados falsos positivos pueden encontrarse en orinas contaminados con deposiciones o secreciones vaginales; recolectores colocados durante más de 30 40 minutos; demora en el envío de la muestra de orina al laboratorio falta de refrigeración o uso de desinfectantes contaminados u contaminación en le laboratorio. Resultados falsos negativos pueden observarse en tratamiento antibiótico reciente (la muestra debe tomarse por lo menos 5 días después de suspendido el antibiótico no profiláctico; gérmenes de difícil desarrollo; (formas L) orinas muy diluida o de baja densidad; el uso de desinfectantes locales, y obstrucción completa del lado infectado.

  1. Urocultivo es la piedra angular del diagnostico de IVU.

Métodos para la recolección de la orina:

a) porción media del chorro (100 000 bacterias o mas por ml es significativa)

b) sondaje (recuento superior a 1000 por ml se considera diagnostica)

c) punción suprapubica: para recién nacido se introduce una aguja en la línea media de 2-4 cm. por encima de la sínfisis del pubis, tras la adecuada asepsia de la piel.

La presencia de microorganismos cualquiera que sea su número se considera significativa

Resultados falsos positivos:

Contaminación

Prolongada incubación del cultivo

Resultado falsos negativos:

Tratamiento antimicrobiano.

Microorganismos de crecimiento lento

Dificultad de cultivar microorganismos

Ph muy bajo que inactive bacterias

Errores técnicos.

  1. EGO

Toma de muestra de la orina. El diagnóstico de IVU requiere de la toma de urocultivo. La orina se puede tomar por cuatro métodos:

a) Toma de muestra por micción espontánea con bolsa recolectora de orina: Es la menos traumática. Requiere una limpieza exhaustiva del área perineal antes de tomar la muestra y la bolsa no puede permanecer más de 30 minutos colocada para disminuir la posibilidad de contaminación.9 Desafortunadamente, los falsos positivos son muy altos, entre el 85 al 99%. Este hecho hace que sea útil para descartar IVU si el urocultivo es negativo, pero no para confirmarla si es positivo.

b) Toma de muestra por micción espontánea de la mitad del chorro urinario: Por su facilidad es de elección en niños y niñas mayores que controlen esfínteres, con la salvedad de que puede existir contaminación bacteriana periuretral en niñas y prepucial en niños.

c) Toma por cateterización vesical: Es invasiva y puede introducir gérmenes en una orina de otro modo estéril. Comparada con la muestra por punción suprapúbica tiene una sensibilidad del 95% y una especificidad del 99%, lo que la convierte en una buena alternativa para la punción en niños pequeños.

d) Toma de muestra por punción suprapúbica: De elección en lactantes y niños pequeños sin control de esfínteres. Es el gold estándar en la toma de urocultivo por la ausencia de contaminación en la toma de la orina.

En base al sedimento urinario y tiras colorimétricas. En el sedimento urinario hay: leucocitos, piuria, cilindros leucocitarios, hematuria, proteinuria. En la tira colorimétrica esta el test de greiss ( nitritos que sugieren ITU)

La localización del sitio de infección:

Criterios para clasificar IVU como alta y baja

Píelo nefritis

Cistitis

Fiebre

> 38.5°

No fiebre

Dolor

PCR

Lumbar/Abdominal

> 30

Disuria/Poliaquiuria

<>

VSG

> 25

<>

Osmolaridad

<>

= o > 800

ESTUDIOS DE IMAGEN

Ante una infección febril aguda, una respuesta lenta al tratamiento con antibióticos, la afectación crítica del niño o la elevación de la creatinina en el suero es indispensable efectuar una ecografía renal.

Cuando se duda del diagnóstico de una pilonefritis aguda se puede efectuar una gammagrafía renal con ácido 2 – 3 dimercaptosuccínico marcado con tenecio (DMSA), la presencia de un defecto de repleción del parénquima favorece el diagnóstico de pilonefritis, pero no permite distinguir los procesos agudos de los crónicos. Esta indicada en lactantes y niños pequeños en los que el gas del abdomen dificulta la interpretación de la urografía.

La Tomografía Computarizada (TC), constituye la prueba diagnóstica definitiva de la pilonefritis aguda, sin embargo, rara vez se utiliza este método para establecer este diagnóstico.

La Cistouretrografía de micción radiológica se realiza aproximadamente 3 semanas después del tratamiento de una infección aguda, para examinar el reflujo. Se debe efectuar este método en todos los niños y niñas menores de 5 años que sufre una primera infección ya que se detecta reflujo en un 25 % de todos los niños menores de 10 años que padecen bacteriuria sintomática y asintomática.

Asimismo se puede efectuar una Ecografía Renal como parte del estudio inicial para descartar una obstrucción y conocer el tamaño de los riñones.

COMPLICACIONES

Con la falta de un diagnóstico y tratamiento adecuado da lugar a:

- Infección recidivante

- Progresión a pielonefritis

- Reflujo uretral

- Uropatía obstructiva

- IRC

- HTA

- Retraso de crecimiento

- Absceso renal

El objetivo del diagnóstico de IVU`s es prevenir las complicaciones, entre ellas están:

1) urosepsis: un niño con infección primaria puede hacer septicemia, es poco frecuente, lo más frecuente es

2) la cicatrización renal: es peligrosa porque tiene dos consecuencias: a) hipertensión arterial y b) insuficiencia renal crónica.

MEDIDAS PREVENTIVAS

- Ingesta adecuada de líquidos

- Micción Frecuente, sobre todo antes de acostarse

- Higiene perineal adecuada, sobre todo después de la defecación

- Control del estreñimiento crónico el cual puede producir distensión rectal, con la consiguiente distorsión de la vejiga.

- Identificar y minimizar los irritantes químicos y físicos de la uretra.

TRATAMIENTO

Cuando se inicia el tratamiento antes de tener los resultados del cultivo y antibiograma, debe iniciarse un ciclo de 3 a 5 días de tratamiento con TMP-SMZ ya que este resulta eficaz frente a la mayoría de sepas de E. coli. Mas Nitrofurantoína de 5-7 mg/Kg/dia de 3-4 dosis es muy eficaz y tiene la ventaja de ser activa frente a gérmenes del grupo Enterobacter-Klebsiella, también la Amoxicilina.

En las infecciones febriles agudas sugestivas a pielonefritis es preciso realizar un ciclo de 14 días con ATB de amplio espectro.

Grupo de Edad

Condición del Paciente

Primera Elección

Segunda Elección

Menores de 2 meses

Hospitalizado

Ampicilina 100-200 mg/Kg I.V fraccionado en 4 dosis + Gentamicina 5-7.5 mg/Kg I.V fraccionado en 2-3 dosis o Cefotaxima 150 mg/Kg I.V fraccionado en 3-4 dosis por 10-14 días

Ceftriaxona 80-100 mg/kg I.V, I.M fraccionado en 1-2 dosis por 10-14 días

2 – 5 años

Ambulatorio

Amoxicilna 60 mg/Kg por 10-14 días, Nitrofurantoína 5-7 mg/Kg día de 10-14 días

Cefixima 8 mg/Kg /día V.O c/24 por 10-14 días

2-5 años

Hospitalizado

Amikacina 20 mg/Kg día de 10-14 días, Ceftriaxona 50-75 mg/Kg I.V, I.M fraccionado en 1-2 dosis

Ceftriaxona 50-75 mg/Kg dia por 10-14 día, Gentamicina 5 mg/Kg día fraccionado en 2 dosis o Amikacina 20 mg/Kg día fraccionado e 2 dosis por 10-14 días

Mayores de 5 años

Cistitis

Cefalexina 50 mg/Kg V.O fraccionado en 3 dosis o Cefixima mg/Kg V.O en una dosis diaria de 7-10 días

TMP-SMZ 8mg/Kg día de TMP fraccionado en 2 dosis o Nitrofurantoina 5-7 mg/Kg día fraccionado en 2 dosis

Pielonefritis

Ceftriaxona 50-75 mg/kg I.V, I.M fraccionado en 1-2 dosis

Gentamicina 5-7 mg/Kg día fraccionado en 2 dosis o Amikacina 20 mg/Kg día fraccionado en 2 dosis

1 comentario: